Existen causas naturales y humanas que contribuyen a la pérdida de la biodiversidad. Entre las naturales se encuentran los cambios de clima, terremotos, incendios e inundaciones que destruyen los hábitos naturales, mientras que las razones humanas pueden ser modificaciones y destrucción de los sistemas naturales por urbanizaciones, carreteras y cultivos agricolas, la caceria inmoderada y la explotación de la fauna, entre otras.

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